Los días de. #Reflexionesdeunpeaton (2)

Hoy es el Día Internacional de la Poesía según Naciones Unidas. Como no acabo de entender bien motivos ni trascendencia de esta ocurrencia, este peatón de las redes se dirige a la fuente original para buscar respuestas. En la web de Naciones Unidas uno se encuentra con este mensaje:

«Al rendir homenaje a aquellas y aquellos para quienes la palabra libre, fuente de imaginación y de actuación, es el único instrumento, la UNESCO reconoce el valor de la poesía como símbolo de la creatividad de la mente humana. Al dar forma y palabras a lo que todavía no tiene ni una cosa ni la otra (la belleza inexplicable que nos rodea, los enormes sufrimientos y la miseria del mundo), la poesía contribuye a la expansión de nuestra humanidad común, y ayuda a hacerla más fuerte, más solidaria y más consciente de ella misma.»

Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial de la Poesía.

Casi nada. Tremendo papel se le otorga a la palabra, a la creación poética. Dan ganas de ponerse a escribir versos a granel y expandir humanidad a cascoporro. Contrasta esta declaración con la realidad de la poesía, un género minoritario de la literatura con más productores que lectores, pero que tampoco necesita un coro de plañideros anticipando su muerte. La poesía está alojada en algún rincón de la sensibilidad de la especie humana desde ésta descubrió que el lenguaje servía para alguna cosa más que sobrevivir. Trabajar el desarrollo de la sensibilidad poética en las escuelas no es cosa de un día en el que se hacen murales y se cuelgan versos a diestro y siniestro. Requiere una apuesta seria que difícilmente se articulará desde los despachos de Naciones Unidas, más cuando uno ve la importancia que le otorgan al arte en general determinados gobiernos (véase el ejemplo del español, sin ir más lejos) en la elaboración de unos planes de estudio basados en el pragmatismo capitalista de la competitividad. Pero no hay que alarmarse. Poetas no faltarán mientras haya personas que sientan la necesidad de expresar con el lenguaje algo distinto a las letras de reguetón o a la información de mercados bursátiles.

Sorprende también que otorgándole a la poesía esa virtud liberadora que menciona la Sra. Bokova, no le hayan otorgado un día exclusivo para su celebración. A saber. Véase el calendario de días internacionales de hoy:

http://www.un.org/es/sections/observances/international-days/

Los poetas estamos entre Nowruz, la eliminación de la discriminación racial, el Síndrome de Down y los bosques. Vamos después de la felicidad (curioso que tenga que existir un día homenaje a este concepto tan relativo) y un día antes que el agua. Con semejande agenda de celebraciones, ¿quién tiene tiempo para unos tristes versos?